La ley de Contratos de Trabajo prevee una sanción especial para los despidos por matrimonio. Impone una presunción de que el despido es por esta causa cuando se realiza dentro de los 3 meses anteriores a la celebración de las nupcias o en los 6 meses posteriores.

La validez de la norma es realmente muy controversial. ¿Es realmente justo prohibirles el despedido de empleados que no cumplen como deben su labor por el solo hecho de que se han casado?

Se podría argumentar que no es esto lo que hace la ley. El empleado siempre tiene que la facultad de despedirlo cuando exprese la causa y ésta sea real. Ahora desde un análisis realista, es sabido que los tribunales de trabajo suelen ser defensores extremos de los empleados. Lo que se puede leer como una norma que defiende una injusticia bien puede pasar a ser un peso económico sobre el empleador para proteger el instituto de la familia por más que no sea la suya.

Hubo un caso de Telefónica del año 2008 en el que la empresa fue sancionada a pagar un año entero de salarios de indemnización por haber despedido a un hombre que contrajo matrimonio dentro de los 6 meses de su despido. Se alegó que en la sociedad actual no aplicar la normativa por razón de sexo es inconcebible. Es realmente poco creíble que una empresa de le envergadura de Telefónica con tantos empleados. muchos de los cuáles no son solteros. haya despedido a un hombre por razón de matrimonio.

Capaz en la actualidad la justicia laboral no merece ser denominada justicia. Creo en que se debe proteger a los empleados de cualquier opresión de los empleadores, otorgándoles la mayor cantidad de derechos como sea productiva y eficientemente posible. Sin embargo, no creo que sea necesario, productivo o eficiente convertir el derecho laboral en la tiranía u opresión de los empleados a los empleadores.

No hay un beneficio social al imposibilitar que una persona más capacitada o responsable de sus funciones haga los trabajos necesarios. Estoy seguro que se puede alcanzar un punto medio para la regulación laboral y su ejecución sea digna de ser llamada justicia nuevamente.