Muchos de los profesionales que escuchamos a diario historias de divorcio hemos quedados conmocionados con la historia de Raúl. Luego de 35 años de matrimonio la segregación política que sufre la sociedad hoy en día sobrevino su matrimonio.

Todo empezó en el 2003 cuando la pareja empezaba a tener los primeros roces políticos. Sin embargo, no fue hasta mucho después en que se hizo sentir la situación de manera grave porque Raúl creía que Néstor era simpático, no le caía muy mal. Años después la situación empeoró cuando ella quería ver 6 7 8 y él A Dos Voces. Salieron del aprieto buscando refugio en la soledad donde cada uno podía ver el programa de preferencia suyo.

A éste punto cabe agregar, que es posible pensar o imaginarse que éste matrimonio contaba con 1000 problemas que los condujeron al divorcio y la diferencia política fue solo la justificación que les resultaba cómoda a ambos. Él descarta dicha posibilidad al contar que nunca hubo ni cuernos ni muerte en la cama o cuestión semejante.

Cuando la situación se estaba yendo cada vez más fuera de control, él se metía en constantes peleas, a parte de su ex esposa, con su cuñada y uno de sus hijos que había comenzado a militar en La Cámpora. Y llegó el momento final que lo hizo simplemente inhumano de aguantar: El programa de Lanata.

Al cobrar más intensidad el programa con sus revelaciones políticas de corrupción, la ideología política que cada uno defendía se convirtió en pura ira para marcar el final. Nos les quedaba otra alternativa que separarse por un tiempo. Luego de un período de separación, confesa Raúl que lo que siento es simplemente paz.

Más allá de los motivos poco convencionales que subyacen en ésta separación, sería bueno que reflexionemos en lo que pasa a un nivel de mayor escala. Es inconciliable que perdamos de vista lo principal: Somos todos argentinos y queramos o no estamos en la misma bolsa. Todos queremos lo mejor para el país, no dejemos que desacuerdos sobre los medios empleados nublen el fin que todos perseguimos.