Los “aportes” son los montos que los empleados deben aportar mensualmente a la seguridad social, mientras que las “contribuciones” son los montos que los empleadores aportan mensualmente con motivo de la relación de trabajo. En conjunto, forman las llamadas “cargas laborales”. Los aportes normalmente rondan el 17% del sueldo bruto; y las contribuciones, alrededor del 23%.